martes, 19 de abril de 2011

Vuelvo

Bueno, vuelvo a escribir. No sé por qué dejé de hacerlo. No sé por qué vuelvo. Supongo que siempre es para bien. ''Hay tiempos pues, paquito.'' Les comento, mis lectores, que no he cambiado. Sigo siendo el mismo que viste y calza. Pa qué cabiar? Seguiré teniendo algunas faltas ortográficas pero, qué se va a hacer. He pasado por momentos no muy seguros y que he necesitado más que nada de mi mismo y nada de escribir. No había tiempo.

He estado componiendo música. Así es Música! Pues sí, no sólo escribo pes! También toco guitarra, un poco de piano y canto/aullo/grito.( www.myspace.com/proyectoparanadies )
He tenido unos conciertos. Supongo que me fue bien. Espero tener más. Necesito aprobar Mate como sea!

martes, 18 de enero de 2011

Mi mierda entera hoy no va al huater, irá al internet

Es que en realidad es jodida la vida. Problemas, risas, sueños y muchas ilusiones que se destruyen como burbujas que sopla un niño que al final se encuentran con la triste pared que las rompe y las explota. Y no queda nada. Ni una escencia. Es por lo justo que atravieso. Un montón de burbujas, ilusiones rotas por la realidad. Que, pucha, no me di cuenta que eran tan fantasiosas o abzurdas.

QUÉ CAGADA!

jueves, 23 de diciembre de 2010

Solo y abandonado te extraño

(post escrito el 30 de Noviembre)

Para: G-G-P

Aunque las noches se han vuelto eternas y mis ojos palpiten y escupen un corazón fraccionado y lleno de desilusión, te extraño.
Pues, extraño tu pelo moreno y sonrisas. Tus miradas matadoras y mordidas de labios. Tus saludos y frases. Llenas de energía; con cariño y con corazón.
Cuando me cagabas o cuando me cantabas. Tus mensajes de texto y tus castigos. Infinidad de dulzura hecha carne, vidad y amor.
Ahora solo y abandonado te extraño más que nunca. Pues, te vi todos los días y siento que no te hubiera a ver más.

viernes, 26 de noviembre de 2010

Adicto.

Estoy adicto a ti nena no me puedo desprender me va a dar pena si no te puedo tener.
Estoy adicto a ti nena no voy a detener me va a dar pena si no te puedo comer.
Ya no sé por qué será, quizás extraño a mi mamá si te vas me va a dar alzehimer.
Estoy adicto a ti nena, y yo sé que está mal pero si no estás me da por enloquecer.

lunes, 22 de noviembre de 2010

Cuatro meses José Antonio

(post escrito el 17 de Noviembre)

Cuatro Largos Meses, Tata




Hoy se cumple los cuatro meses de muerte de mi querido abuelo Tata. Cuatro largos meses. De sufrimiento y dolor pero acompañado de muchos momentos felices y alegres. Yo sé, no veré a mi abuelo en persona pero, él sigue ahí. En espíritu. Que una pequeña fracción de su alma se ha quedado con nosotros. Bueno, eso siento yo.


Mario Vargas Llosa


-Pues sí, Mario Vargas Llosa escritor peruano y el favorito de mi abuelo. Todos los años averiguaba quién había ganado el premio Nobel. Mi Tata quería que él gane. Quiso que gane todo. Hasta cuando se postuló Mario para presidente y no sale mi abuelo fue a un par de marchas acompañados de su señora esposa y abuela mía. La Mamma. Es por eso que cuando salió en el periódico que había ganado semejante premio me puse muy feliz y eso que no me gusta mucho como escribe Vargas Llosa.


Frases de mi Tata


- Mi Tata era de frases. Recuerdo varias pero les diré las más conocidas y en dónde se daban.

Pucha, qué canalla.”___ Frase que decía cuando mi padre lo bromeaba de algo o cuando se refería a un Canalla de por ahí.

También, cuando uno de sus nietos no comía todo lo que había en su plato él decía: _Coman todo, cuántos niños que no tienen que comer. Y enseguida de ese comentario mi tío Pepe le decía: “Pues, dales comida.”

Muchas más. Pero yo no puedo escribir más. Me duele hasta ahora la muerte de un maestro y mentor. Porque él siempre tenía un consejo para mí.

domingo, 24 de octubre de 2010

Mi verdad y mi abuelo

En memoria a mi abuelo, Tata.

La verdad siempre es jodida. Pero le diré la verdad: No soy una persona muy alegre ni muy feliz. Lo contrario, soy medio tristón y sensible, muy sensible. Pero Me dí cuenta que no vale la pena ser así. Que la vida hay que vivirla con ganas. Como si todos los días fueran tu último día. No tengo roche de escribirlo. Me dá gusto decirlo y compartirlo con ustedes.¿Por qué estar triste si es que tienes todo para ser feliz?

Se los quería decir ya que me ayuda ha afrontar mis problemas y miedos. Aunque sea así, también soy chistoso, burlón. No quiero que esto parezca una descripción de mi persona (¡ESTO NO ES UN BLOG DE BUSCO NOVIA NI NADA AH!).

Tras la muerte de mi gran amigo y no sólo eso, Abuelo. Me sentí medio huevón. Medio triste. Eso hizo que piense en la tonta idea de cerrar este blog que por ahora no tiene nombre. Todavía no sé qué nombre ponerle.

Mi abuelo siempre fue mi gran instructor en este mundo del escribir. Además, fue el que me apoyó en todas mis ideas y pensamientos. Y no sólo eso, me aconsejaba y guíaba mis ideas. Yo cuando terminaba de escribir algo siempre se lo daba para que él sea el primero que lo leyera y cuando estaba por fallecer y ya no tenía la fuerza para poder agarrar el papel y leer lo que escribía yo se lo leía. Se lo relataba con mucho cariño. Era un favor que era hora de devolvérselo ya que: ¿Cuántos cuentos o historias él me leyó?

Bueno; "Tata", espero que estés orgulloso de tu nieto, Francisco.

viernes, 15 de octubre de 2010

No hablo porque tú me comes las palabras

a Gabriela.
Un cuentito

Nunca supe cuál era el momento perfecto para decirle te quiero a una chica. O el momento para darle un beso. Cuando se debía decir: te quiero yo: hacía cosquillas. Cuando tenías que darle una rosa yo daba una: maseta. Creo que no aprenderé sobre el ser un romántico nunca. Soy pésimo. Pero sigo soltero. Tengo ya veinte años y nunca he logrado tener una enamorada haciendo que sea algo en serio. He tenido de más chibolo pero esas no se cuentan ya que ni pico te das. Pero ya hace buen tiempo que me interesaba la idea de tener una enamorada; ya algo serio. Estoy estudiando derecho y trabajando en la empresa de mi papá. No hago nada y gano un huevo. Sólo tengo que firmar unos papeles y listo. Quería invitar a salir a una chica. Esa idea la tenía dando vueltas por mi casa hace ya, mucho tiempo. Estaba ganando bien y era necesario a una chica en mi vida. Hace unos meses salí con una chica:Sofía. Era guapa y graciosa/burlona. Hubo un momento que le tuve que decir_ Sofía, lo siento pero no puedo. Ya no sé qué tanto te doy risa. Eres linda pero ya me cansé de ser maltratado_ La chica parecía no importarle. Nunca más la vi. Hasta ahora no la veo. Segurísimo que si la veo, se burla de mí. Pero ya no sé qué hacer para conseguir la chica indicada.

Justo hace unos días caminos por unas calles de San Isidro me dí con la grata sorpresa de encontrarme con un afiche del cual decía: Las chicas buenas van al cielo, las chicas malas a donde ellas quieran. Me puse a pensar y debieron aumentar, también, que las chicas malas, a veces, van donde tú las lleves. En mi caso nunca fue así. Eran dos opciones: o no las llevaba a ningún lado o ellas me llevaban. Pero para ser más concisos con la que es la segunda opción fue cuando tenía 18 años recién cumplidos y me rompí la cabeza en casa de una tía. Es por eso que digo que las mujeres (mi tía) me han llevado dónde ellas han querido y yo necesitado. Qué desastre soy…

Han pasado ya dos días de mi última cita. Salí con Alejandra. Es fea pero muy buena gente. La pasé muy bien en la cena y después no. No la pasé bien ya que la comida me asentó muy mal y tenía una diarrea maldita. Tan fuerte que tuve que contratar a un taxi para que la deje en su casa ya que yo no podía dejar el inodoro. Iba a ser muy difícil para mí salir si que no se me caiga una gota de excremento en versión verde y líquida.
No sé qué diablos me ocurrió ese día. La verdad es para no recordarlo. Pero pobre chica. Se traumó; la traumé. Felizmente, no se lo contó a nadie. No dijo nada a nadie. Buena la chica. Te juro que por minutos, en ese instante, pensé en ir a su casa al día siguiente a amenazarla para que no diga nada. Me imaginaba yendo con una pistola y dos matones negros atrás. Todo fue en vano. Alejandra no dijo nada.

Reminiscencia a Emilia. Una chica que parecía algo serio pero dejó de serlo. Algo que cuando estaba por llegar a la cumbre resbaló y cayó a lo más hondo de todo. A lo más profundo; tanto así que mi mano no llegaba a alcanzarla y tuve que dar un paso al costado e irme. Emilia era rubia. Muy guapa, muy linda y dulce. Escuchaba todo tipo de música y era una chica open mind. A mis padres les caía bien y es que en verdad, era súper.

Recuerdo cuando la conocí yo fui a su casa en mi pijama. Ese día no me había bañado y fácil olía mal. Entré a su casa y me eché en una cama. No sabía de quién chucha era, yo me eché. Estaba cansado. Fui un conchudo prendí el Televisor y me puse a ver Fútbol peruano. Ella me miraba de reojo y mis amigos me miraban horrible Querían matarme. Cuando nos íbamos todos yo fui el último en despedirme. Quería saber su nombre. Le dije:
-Chau, ¿Cómo te llamas?
-Emilia. Y me miró con unos ojazos que quedé enamorado. Quedé perdidamente enamorado de ella. Me atraía y me gustaba. Ese día la agregué a Facebook. Al día siguiente ya hablaba con ella por Messenger. Emilia y yo éramos parecidísimo, muy semejantes. Escuchaba la misma música hablaba muy parecido a mí (versión femenina). Fuimos a una fiesta. Una reunión. Era cumpleaños de nuestro amigo Ramón. Llevábamos ya tres meses saliendo a reuniones juntos y también la invitaba a comer a lugares. Fue en ese cumpleaños el día que le caí. Recuerdo la fecha, 12 de Setiembre. Nos besamos desmesuradamente. La dejé en su casa y me fui a mi vivienda.

Pasé muchos meses lindos con ella. Hablábamos bastante y había mucha libertad en nuestra relación. Pero una vez en una reunión en casa de una amiga de Emilia una amiga suya dijo:
-Oye, tú no hablas ¿no? Y me señala.
Le respondo: Sí hablo, hasta a veces de más.
Comencé a besar a Emilia y en una le dije:
-No hablo porque tú me comes las palabras.
Ella se rió. Y me dijo:
- Te amo. Yo no sabía si decirle lo mismo. Pero en fin me arriesgué y le respondo diciendo:
-Yo también te amo, Emilia.

Un año más tarde ella me terminó por una tontería. Fue tan tontería que ya ni me acuerdo qué era. Sigo buscando chica. Pero soy un huevón, un cojudo. Llamaré a Emilia. Cojo el teléfono y la llamo. Me contesta.
-Aló.
-Hola Emilia, Soy yo. ¿Me recuerdas?
-Claro. ¿Cómo estás? Pucha, tiempo que no te veo.
-Sí, tiempazo. Oye, ¿Qué planes para hoy en la noche?
- Nada. ¿Por qué?
- Te quiero invitar a comer y después irnos al cumpleaños de Cecilia.
-Ya, perfecto vente por mi a las ocho.

¡Dios santo! Saldré con Emilia. Qué alegría. Bueno, esta es la historia de amor más corta. Y que espero que sea la más larga y la única.